Leer, nada mal (Jack D)

Me encontraba leyendo tranquila, y sola en una biblioteca de gran tamaño. Los libros, mi pasión, pasaba días inmersa en historias que tanto me atraían y llamaban la atención. Estaba con un libro de Sherlock Holmes, sentada comodamente, al lado de una mesa, donde había dejado mis cosas. El silencio que se contemplaba, permitía crear la ilusión de la historia, como si la estuviera viviendo en frente de mí; mis ojos captaban hasta el más mínimo detalle de la novela. De repente, escuché unos pasos provenientes de la entrada, por lo que no me extrañé para nada, pero.. además de a esta loca fanática de los libros, ¿a quién se le ocurría asistir a la biblioteca a las 4 de la madrugada?

llegue a la biblioteca a una hora en la que supuse que no habría nadie...
necesitaba buscar ideas para turturar a quien lo necesitase...
entré y vi que había una chica... no puede ser como podía haber alli alguien a esa hora!!!??
hice como que no la vi y continue caminando hacia una estanteria

Sentí como un fuego interior me invadía cuando aquella presencia demoníaca se acercaba hacia mi, aunque parecía ignorarme. Mis ojos dejaron de observar las hojas amarillas, y decidieron dar un vistazo al joven que me regaló su indiferencia. No estaba para nada mal, pero en sus ojos se podía observar algo raro, algo del mal.. Decidí no hablar, pues quien entra a un lugar, saluda; y precisamente, no era yo quien había entrado y me había topado con él.

no encontraba ningun libro que me diera alguna idea... decidí preguntarle a aquella chica.. que si mi instinto no me fallaba era un angel
si se portaba bien conmigo tal vez no usaria mis torturas con ella... me acerque:
-sabes donde están los libros... de... mm... como llamarlos... -dije pensando un nombre no tan impactante

Levanté la vista en cuanto el joven se acercaba a mí. Era mucho más bonito de cerca, le sonreí y esperé a que dijera algo, no se acercaría por nada.
Esperé a que terminara aquella frase, pues... sino decía algun nombre referente a los libros, ni la bibliotecaria ausente podría ayudarlo.

-bueno... directamente... sadicos... con tortura... sangrientos... ?? -dije dandoles adjetivos relacionados con la tortura

Mi reacción ante sus palabras, no fue de la más esperada por el; creí que podría estar buscando algo asi.
Pues.. están por la última estantería, a la derecha y luego hacia atrás dos estantes más. - dije sonriendo y disimulando mi pequeño temor.

-pareces simpatica... si te portas bien no las usare contigo -dije guiñandole un ojo y después fui al lugar que me indicó.. busque un par de libros y volví a donde estaba me sente a su lado y comence a ojear las paginas

Sonreí ante escuchar sus palabras, a pesar de ser demonio, no parecía ser tan malo, o quizás... sólo demostraba amabilidad. Uno nunca sabe. Cuando se alejó, continué leyendo mi libro, inmersa en esas hojas amarillas tan interesantes, pero al cabo de unos segundos, mi interés se había fugado entre las estanterías; por lo que decidí marcar el libro y luego continuarlo. Lo dejé sobre la mesa y giré mi cabeza, para encontrarme al joven caminar hacia la mesa nuevamente; se sentó a mi lado y sonreí de lado, sin dejar de mirarlo.

-antes de que preguntes como todo el mundo... solo soy demonio por venganza... hace apenas dos meses era un angel como tu... -dije mirandola

Aquellas palabras, adormecieron a mi temor, pues quien es por venganza algo, tiene un objetivo ya fijo; yo no sería ni un obstáculo para él. Entiendo.. -comenté entre dientes- a veces el dolor solo se logra canalizar mediante la venganza, muchas veces con palabras, pero todos somos diferentes, no crees? - sonreí ladeadamente.