Lejos del Mundo

Necesitaba librarme del mundo, de todo eso que no me hacía más que dar palos de ciego. Tenía que darle un margen de tiempo a mi padre, aunque fuera más fáicl que se me escapara entre los dedos. Me senté en una de las rocas, observando las briznas de hierba agitarse con el aire. Era un día glorioso, y lo único que necesitaba era desconectar del mundo, buscar algo de paz y tranquilidad.

Miro al chico que acaba de aparecer y me levanto de la roca.

-Me llamo Lysandra, pero me llaman Lys. -Le dirijo una sonrisa-. No esperaba encontrarme a nadie aquí.

No puedo evitar que se me ensanche la sonrisa cuando lo oigo.

-Estoy cansada. Del mundo, de todo. Quéría desconectar.

-Oh, bueno. No estoy segura, pero quizá me puedas ayudar. Quizá conozcas a alguien que llevo mucho tiempo buscando, es un demonio. Se llama Leonidas McKinnon.

-Es mi padre. Los de su clan le obligaron a abandonarme cuando era niña. Lo estoy buscando, pero no tengo ni una sola pista sobre él.

-Yo estoy bien. Me he hecho a la idea hace mucho tiempo. -Le sonrío otra vez. Es agradable ver que alguien se preocupar por mí al menos por una vez-. Yo soy un híbrido. Mi padre es un demonio, y mi madre es una bruja. ¿Y tú? ¿Qué raza eres?

-Me alegro. -Suelto una carcajada-. No me gustaría que me hubieras elegido como cena.

Me pongo colorada al momento.

-Vaya, eres muy amable. Nunca nadie me había dicho nada así.

noto que se pone rojita y le veo a los ojos
eso si no puedo creerlo como que nadie te habia dicho

-Pues créetelo. Como ya te dije, he pasado mucho tiempo sola.

Asiento al momento.

-Por supuesto. Me encantaría ser tu amiga.

genial una amiga en mi lista y dime sabes conjuros magicos geniales

-Bueno, la verdad es que todavía estoy aprendiendo. Mi madre no fue muy especializada con mi instrucción mágica.

que mal queria que me ensañaras algo y no sabes ni un poquito

-No, lo siento. La magia últimamente no es mi fuerte. Aunque te aseguro que lo intento siempre que puedo. Quizá podrías enseñarme tú alguno, para ir avanzando.