Olfateando

Me acerco a la verja y murmuro un conjuro para abrirla. Ésta nos deja paso lentamente. Señalo a Becket que pase él primero, para que pueda abrirnos camino.

Salgo listo para matar pero esta despejado y no huele nada -limpio- le digo, me hubiera gustado mas haber encontrado resistencia, ella me sigue, giro a la izquierda y veo la puerta, huele a demonio pero...
tambien huele a Lilith, puedes abrirla?

Asiento con la cabeza y me acerco a la puerta, observando cuidadosamente a mi alrededor para asegurarme de que nadie está a la vista. Murmuro el mismo conjuro con el que he abierto la verja. Ésta se abre con un chasquido y empujo la puerta, haciendo un gesto a Becket con la mano para que me siga.

Me asomo cuidadosamente, asegurándome de que no hay enemigos al otro lado. No veo a nadie, pero siento una extraña presencia... amenazadora.