Mi visita al puerto (Libre)

Llegué al puerto por primera vez luego de comprarlo. Estaba muy contento porque de verdad me gustaba ese lugar. Me sentía muy bien con la vista al mar y las suaves brisas de Primavera. Era enorme. Y pensar que era solo mio. Aunque ya habían llegado peronas para alquilar algunas casas y les había dicho que si. De algún modo debia mantenerme. ¿De dónde sacaría la plata para asistir a la academia?
Subí por un sendero a la casa principal. Estaba en el centro. Tenia tres pisos con balcones que daban a los cuatro puntos cardinales. Mi preferido era el sur, el que daba al océano. Divisé el enorme letrero que los vendedores del lugar me habían hecho: Port Erik´s Angels. En letra azul, colgado en la entrada del lugar.
Entré a mi habitación (Había 5 habitaciones) y me encontré con el primer balcon. Divisé con regosijo el mar cuando de repente escuché el timbre. Bajé corriendo y abrí la puerta...

había escuchado que el puerto ahora había sido adquirido por alguien... me pareció muy interesante, asi que fui a conocer a la persona que era ahora dueña de aquel lugar.
Llegué allí.. todo seguía igual a excepción del cartel con el nombre... al parecer la persona era un chico llamaro Erik... y a juzgar por el angels.. sería un angel...
seguí caminando por el camino.. y me dirigí a la casa principal la que tiene mejores vistas, es más grande... en general la mejor... y toque a la puerta. a los pocos minutos un chico algo mayor que yo me abrió la puerta...
-Hola!! soy Hannah.... eres el nuevo dueño del puerto? -pregunte sonriendole sin más rodeos

- Hola, ee. Si. ¿Estas buscando a alguien en particular? Pasa.. - Era linda Pensé .

le hice caso y entré dentro..
-no, solo quería saber si iba a poder seguir viniendo aqui... es que tenia un trato con el antiguo dueño... el me dejaba venir al puerto cuando quisiera.. pero tenía que visitarle una vez a la semana.. -dije riendo porque era un trato un poco tonto.

- Bueno, ahora es mio. Así que una chica tan linda como vos podra venir a visitarlo cuando quiera - caminamos hasta el comedor y la ventana dejaba entrever la luz y el hermoso paisaje. - Sientate, ponte comoda. ¿Quieres algo de tomar? ¿Como te llamas? - la miré con mis claros ojos y le sonreí. Era guapisima.

-primero... me llamo Hannah eeh... segundo no me apetece nada.. pero gracias de todas formas... -dije sonriendole