Clase uno: Estudio de los ángeles

Estaba sentada al fondo del salón, sola mirando hacia la ventana, el paisaje que se podía alcanzar a observar. Entró el profesor, con un caminar natural y por lo bajo respondí: Buenos días. Al cabo de unos minutos, tras escuchar sus palabras de bienvenida, ua hoja para escribir su nombre, llegó volando a mi banco; escribi con su letra pequeña y cursiva Emily Kloss.
Mis ojos se clavaron en el profesor, que parecía ser muy joven. Al escuchar sus palabras en tono de pregunta, levanté cautelosamente mi mano.

Cierto, Emily - dije sonrienendo y luego exclamé con una voz tímida - Un ángel es un ser divino, proveniente del Cielo, es una luz y también representa el amor, está lleno de pureza. Al terminar esas palabras, bajé mi cabeza para observar mi cuaderno sobre el banco.

Cri cri.. Nadie sabía la respuesta, nadie levantaba la mano y a mí me ponía nerviosa.

Irónicamente exclamé: - Los ángeles buenos y los ángeles malos cierto? Los angeles con demasiada luz, y aquellos que la tienen opacada con un poquito de oscuridad, digamos no tan ángeles, cierto? - pregunté afirmando en realidad aquello que terminaba de comentar.

Me quedé apoyada en el marco de la puerta escuchando su explicación y no pude evitar contestar tal y como yo lo sabía.
-En realidad no. Se dividen en ángeles y ángeles caídos-dije dirigiéndome hacia uno de los pupitres, en frente de la mesa del "profe"

-Tranquilo, no se sienta amenazado, solo contesté a su pregunta-dije sonriendo divertida e intentando no estallar en carcajadas mientras sacaba una libreta y un cuaderno de mi mochila

Solté una leve risa pero la disimulé con un carraspeo bajando mi mirada a la hoja de datos y rellenándola distraídamente. ¿De verdad importaban todos esos datos?
-En teoría pueden elegir cualquier forma de vida ya que son seres incorpóreos-contesté sin molestarme en mirar a Luca

Sonreí al ver como me intentaba devolver las contestaciones pero no me iba a achantar solo porque ahora fuera mi profesor.
-¿Lo sabe usted?-pregunté desafiante tendiéndole la hoja que me había dado para rellenar.

Reí cuando dijo aquello ¿superar su autoridad? si pensaba que por ser mi profesor iba a dejarlo pisarme, iba mal.
-Su otra forma creo que es la de un ser arrogante y creído ¿no es así, profesor?-pregunté con una sonrisa sin despegar mi mirada de la suya

Lo seguí al exterior de la clase sonriendo divertida y cuando salí y dijo aquello me encogí de hombros con sencillez
-¿Acaso no es así como algunas religiones califican a los demonios?-contesté mirándolo de forma inocente. Si él había entendido todo mal, no era mi culpa, aun que la tuviera por darlo a entender

Alcé las cejar y me crucé de brazos, desorientada por sus palabras ¿por qué se creía más de lo que era?
-A ver, ¿te he faltado al respeto en algún momento?¿he hecho algún mal gesto? ¿no verdad? entonces no tienes derecho a reprocharme nada. Eres mi profesor no mi amo-dije abriendo la puerta para entrar de nuevo en la clase, dejándolo con la palabra en la boca