Huyendo de la celda (libre)

Por fin, tras pasar todas esas semanas interminables, logró escaparse en un descuido del guardia, que ella no era ningún fenómeno como para que la tengan así.

Sigilosamente, recorrió los pasillos del lugar, esperando no encontrarse con ningún vampiro, demonio u otro ser oscuro que conociese la existencia por la que ella estaba allí y que pueda entorpecer su huida; o peor aún, que crea que es la cena que se está escapando..

Me encontraba dando una vuelta por los exteriores de la ciudad intentando conocerla mejor cuando un castillo llamó mi antención.
Entré en él puesto que las puertas estaban medio derruidas por el paso del tiempo y me distraje mirando todas las paredes cuando el pensamiento de alguien llegó hasta mí poco antes de encontrarla de frente.
-Hola-dije sonriéndole amablemente.

Iba mirando hacia todos lados, cuando se choca contra algo, o mejor dicho alguien..

Al verla, se queda perpleja, su aura indicaba que de un vampiro se trataba.
Tragó en seco, mientras sus ojos se perdieron mirándola por unos instantes..

- Ho.. hola..-

La miré con el ceño fruncido ¿qué le ocurría? parecía asustada y desorientada, tal vez estaba perdida...
-¿Necesitas que te ayude?-pregunté con cortesía acercándome a ella, era una humana, no había duda de ello por su olor, menos mal que ya había comido.

Su pregunta la confundió por completo.
Hubiera querido correr, pero no debía ser brusca en sus actos, y menos ante un desconocido, y menos que menos si de un vampiro se trata. Bien claro tiene eso ella.
- Ee.. necesito.. salir de aquí..- comentó rascandose la nuca, como quien quiere la cosa.

Al parecer aún no se habían percatado de su escape y esta chica que estaba ante ella no tenía ni idea de lo que pasaba en este lugar.

Asentí con la cabeza sonriendo, pobrecita, se había perdido pero yo la ayudaría a salir de ese lugar medio en ruinas.
-Por aquí-dije cogiendo su mano y tirando de ella hacia la salida por la que había entrado.

¿Debería confiar? Pues si todo salía bien, ella lograría escapar e ir a pedir ayuda.

Asiente con la cabeza, mientras toma su mano y comienza a caminar. Esa mano helada que erizaba su piel.

Tiré de ella hacia el exterior mientras la miraba de reojo, ese chica me daba curiosidad pues ¿por qué estaba tan asustada?
-¿Cómo te llamas?-pregunté sonriendole sin dejar de andar.

Ella le pregunta su nombre, y ante su curiosidad, nota la extrañeza que ella le brindaba ante sus actitudes.
- Pues, Fraiah.. ¿y tu? - dice sin estar segura de decirle su nombre o no. Si ella era de los malos, ya la tenía.

-Yo soy Luna, un gusto conocerte-dije besando su mejilla a modo de saludo antes de seguir retomando la caminata por el suelo empedrado del lugar.
-¿Qué edad tienes?

- Lo mismo digo..- dijo intentando ocultar la confusión de sentimientos que recorría su cuerpo.

Sintió el beso en su mejilla y se extrañó aún mas. Se dio el lujo de poder sentir las intenciones de la vampireza, sus sentimientos y emociones en ese momento, y no le denotaban maldad alguna.. por ahora.

- 16.. ¿y tu? -

-Yo tambien-dije riendo divertida por la coincidencia y la verdad es que ella parecía más pequeña de la verdadera edad que tenía.
Cuando por fin llegamos a la salida del castillo solté su mano ¿sabría llegar sola hasta la ciudad?
-¿Te acompaño?

Sonrió al escucharla. Eran sólo 16 años, como ella, o.. ¿16 eternos?
- Pues, a decir verdad, no se como llegar, pero por lo que tengo entendido, debo primero ir hacia el bosque, cruzarlo.. y llegar, ¿no? - dijo esbozando una sonrisa suave y leve.

No quería quitarle mas de su valioso tiempo para que tenga que acompañarla. De alguna manera se las arreglaría.. Y sino.. que sea lo que Dios quiera.

Rei divertida por su pensamiento
-Solo 16 años-confesé y al escuchar lo que decía asentí con la cabeza pues era por ahí pero llevarlo a la práctica no era tan fácil.
-No te preocupes por mi tiempo, vamos-dije sonriendole y comencé a andar hacia el bosque.

Enarcó una ceja, y se encogió ligeramente de hombros. Si ella se ofrecía, no iba a negarle nada e.e
- Gracias..- murmuró mientras hechaba a andar tras ella.

Sonreí encogiendome de hombros mientras la esperaba para caminar junto a ella, tal vez fuera peligroso para una humana el ir sin vigilancia.
-No hay de qué

Sonrió a medias mientras se situaba a su lado.
- Y.. dime.. ¿sueles venir por aquí? - preguntó para al menos sacar un tema de conversación, y hacer mas amena la caminata.

Negué con la cabeza caminando a su mismo ritmo por el terreno montañoso que íbamos cruzando.
-Soy nueva y vine a conocer un poco todo-confesé revelando mi gran curiosidad por conocer.

Asintió al oírlo, pensando que quizás ella supiera algo de como estaban las cosas por el territorio, ya que estar encerrada tanto tiempo, te tenía desactualizada.
- Ah, ya veo y.. ¿qué tal ves todo por aquí? -

-La gente a veces es rara-dije riendo divertida pues aun que fuera cierto sonaba a loca desquiciada.
Este lugar según me había contado antes tenía luz y paz ¿qué habría pasado con todo eso?

La escuchó con atención, mientras desviaba la mirada del camino para verla a ella.
- ¿Rara? ¿Por qué lo dices? - preguntó interesada, pero ocultando aquella emoción a la perfección. La empatía servía cuando se la necesitaba..

Me encogí de hombros y la miré con una sonrisa confusa.
-Unas veces parece que van a saltar unos sobre otros a pegarse-comenté sin darle mucha importancia pues tal vez era normal entre especies diferentes ¿o no?

- Ah.. claro, si, es probable con tantas razas conviviendo juntas..- comentó mientras pensaba qué sería de su familia adoptiva..

-¿Qué te preocupa de tu familia?-pregunté curiosa al escuchar comentarios acerca de ellos ¿pero es que no había estado perdida en el castillo?

La miró fulminante ¿Ella le había leído los pensamientos? Debería ahora, cuidar minuciosamente el rumbo de su mente.
- Pues.. es que.. han estado de viaje y tengo la casa sola y bueno.. me preocupa como..- se rasca la nuca, mirando el suelo, y vuelve a mirarla - como toda adolescente preocupada - sonríe.