Perdida en la oscuridad (libre)

Una vez que había logrado salir de allí, tras cruzar el bosque, se encontraba perdida en la ciudad, cuando la suerte le hizo una mala pasada y se internó en los callejones.

- Esto no puede ser bueno..- comentó al oír pasos detrás de ella.
Apuró la caminata, para ver si podía encontrar alguna salida o algún sitio donde huír, pero en su lugar vio una escalera que daba a una azotea..

Los pasos comenzaban a acercarse cada vez mas, y ella debería de pensar rápido ¿Y si eran ellos que la estaban rastreando? Tragó en seco, viendo en dirección al sonido crujiente de aquellos zapatos que irrumpían en la noche fría.

Escuchó aquella voz y tragó en seco.
- No..- mintió descaradamente. Pues claro que lo estaba, pero debía discimular ante un desconocido.

Trató de concentrarse en su aura, y descubrió a un licántropo detrás de esa voz varonil.

Otro mas que leía mentes y se alegraba de usmear en la suya. Genial, lo que le faltaba.

Sonrió a medias y estrechó su mano, sintiendo su imponente aura.
Sólo lo miró y asintió con la cabeza.
- Soy Fraiah, un placer..- dijo sin más ¿Cuándo podría ella pedir ayuda?
- También estoy perdida..- confesó estupidamente, pues eso él ya lo sabía.

Se sorprendió ante tal gesto caballeroso, pero no recordaba haberlo visto en la realeza alguna vez.
Sonrió y acto seguido negó con la cabeza sucecivas veces.
- A decir verdad, no. Pero supongo que tendría que ser por donde entré..- sonrió a medias, encogiéndose de hombros, ligeramente.

Llevó una mano a su nuca, rascandola, mientras rodaba la mirada por el lugar.
- Ya no lo recuerdo..- rió un poco, apenada por su torpeza - y estoy aquí porque.. porque.. - dudó unos instantes - me perdí

Lo queda mirando cuando él se voltea en varias direcciones, notando que no le creía nada lo que ella le decía.
Era un chico atractivo, alto, musculoso y.. basta.

Sacude la cabeza y luego asiente.
- Claro - sonríe.

La tomó de la mano y se sonrojó un poco, sorprendida por ese gesto, como tambiñen se había sorprendido antes.
- Pues, me da igual, sinceramente..- comentó francamente. Es que qué mas daba ir por cualquier sitio. Esto era un verdadero laberinto.

Siguió caminando de la mano del joven, mientras miraba a su alrededor.
Podía percibir varios ruidos, pero estaba segura que sólo era su imaginación.
- No suelen haber cosas peligrosas por aquí ¿no? -

Genial. Él era nuevo por aquí y no conocía los peligros.
Suspiró para si misma. Si él tan sólo conociera la cuarta parte de lo que sucede aquí..
- Pues, espero que estés en lo correcto a seguir este camino -

Se volteó al sentir pasos ¿y si eran ellos? Tragó en seco y negó con la cabeza.
- No.. no.. por aquí está bien..- no sabía que decir. Tenía menos idea que él. Podría vivir aquí desde hace mas tiempo, pero jamás salió de aquella mansión.

Suspiró algo nerviosa y se puso detrás de él, mirando por un costadito, como cual niña indefensa.
El miedo la invadía de nuevo, como solía pasar.

Lo miró algo asustada.
- ¿Seguro? - ella estaba confiando en él, y es que a pesar de no conocerlo, no le quedaba otra opción.

La toma de la cintura empujándola, obligándola a caminar, y ella mira hacia atrás sobre su hombro, y le parece ver varias sombras, pero no dice nada.
- ¿Tienes familia aquí? - se le ocurre preguntar.