Perdida en la oscuridad (libre)

Una sonrisa cínica surcó su angelical rostro. Aquel rostro que escondía un alma verdaderamente oscura, debido a que su parte 'buena' había sido consumida en este momento, dejando salir a la luz a aquel demonio interior, aquel que al igual que el ángel, sabían todo; sí, el verdadero pasado de Fraiah estaba encerrado en aquellas dos memorias tan dispares.

Se levantó, mirándolo, sin dejar a un lado aquella sonrisa.
- Hola - se atrevió a decir con una voz cantarina.

- Mejor que nunca - dijo acercándose a él, con paso decidido, acorralandolo contra una pared.

Su mirada, ahora oscura, despertó cierto brillo. Él chico no estaba nada mal.. nada mal..

- ¿Qué pasa? Eres muy lindo.. ¿sabes? - dijo en un tono suave, melodioso, pero que encerraba cierta demencia, mientras recorría su pecho con sus dedos, sin apartar su mirada de sus ojos.

- ¿Lo dices en serio? - preguntó con el mismo tono de voz, mietras deslizaba ambas manos por su amplio pecho, y llegaba hasta su cuello, para acariciarlo..


Off: que bien me sale hacerme la demente, por dióh

Asenti con la cabeza sonriedo, aunque le estaba siguiendo el juego era verdad lo que decia, era verdaderamente bella- Claro que es verdad, ¿De que me serviria mentirte?- pregunte mientras con una de mis manos acarisiaba su pelo


Off: y si estas loca, como para que no te salga bien

- Entonces..- dijo deslizando una pierna por su cadera, hasta rodear su cintura, clavando ambas manos contra la pared, a un lado de su cabeza, provocativa.
- ¿Podrías resistirte? -

Sonrió cuando la tomó de la cintura y mordió su labio inferior mirándolo, para luego rozar los suyos provocativamente.
- Mmm.. creo que tampoco..-

Sintió su lengua pasar por su labio inferior, y no pudo evitar sonreír.
- ¿Qué espero? Pues, verás.. es tan fácil hacer caer en la tentación a las personas..- comentó demasiado cerca de él, provocandolo.

Rió con ganas y lo miró a los ojos, bajando su pierna, pero aún rozando sus labios.
- Lo has hecho bien, lobito - murmuró al momento que sus ojos cambiaron, y ella se desvaneció, cayendo en sus brazos.

Aquel demonio, tenía sus Ases bien jugados.

Abrió los ojos y lo miró. Estos ya poseían el color claro de siempre.
- Yo.. lo siento - se disculpa, recordando todo perfectamente, hasta cierto punto de sonrojarse y bajar la mirada.
- Te están probando - dijo sin más, sin desviar su mirada del suelo.

- Yo.. creo que..- se paró sacudiéndose la falda, rápidamente - ..mejor busquemos la salida, ¿si? - sonrió y empezó a caminar, tratando de ver algo en esa oscuridad.

La obligó a que se detubiera al tomarla del brazo y lo miró.
- No.. no lo se..- dijo confusa, mirando el suelo.

- Tampoco lo se - dijo sonriendo y lo tomó de la mano para dirigirlo hacia un camino y se podían divisar a lo lejos las luces de la ciudad.

Esa pregunta sin duda la sorprendió.
Tener.. tenía. Pero el asunto era que no podía ir a su casa. Y la cabaña ya había sido descubierta, y si no estaba con James, no iría.
- Pues, no - sonrió algo apenada. Pensaba dormir en cualquier sitio. Quizás sus ahorros le cubriesen una noche en un hotel.