Un rico submarino (MATTHEW)

Una tarde ventosa y nublada, decidí entrar en una cafetería del centro, en busca de un lugar cálido y confortable para pasar el rato. Quizás, hasta tenía la suerte de encontrarme alguien amistoso.
Observé el lugar y me dirigí hacia una mesa junto a la ventana con vista a la calle, allí podría ver las personas que andaban caminando o simplemente pasaban por allí.
En eso, vi entrar a un joven, que parecía tener frío. Su aspecto era raro, un poco desaliñado su rostro. Pero en fin, parecía alguien amable.

Miré repentinamente al joven que me habia saludado, el mismo joven que poco antes habia pasado delante mi ventana y también por la puerta del local.
Hola - sonreí amistosamente - Eres nuevo por aquí?

Mire sus ojos claros, aunque no podía reconocer el color, el reflejo del sol marcaba su claridad notoriamente. - Yo perdí la noción del tiempo, pero hará más o menos tres semanas. - sonreí - ¿Por qué mejorno te sientas en esta mesa y conversamos más tranquilos?

Reí. - Si, estuve a la deriva por unas dos semanas creería, pero encontré la ciudad recién hace dos días. Es todo muy nuevo para mí. -Bajé la cabeza, observando el menú de la cafetería, y en cuanto decidi que iba a ordenar, exclamé: ¿Ya sabés que vas a pedir?

Un submarino y dos medialunas; soy muy gorda de alma - reí y me sonrojé.

Claro, no hay ningun problema - sonreí. Mientras mi companía llamaba al camarero, observé como una bruja que pasaba caminando por allí, hacía aparecer un paragüas como por arte de magia. No fue nada extraño para mi, aunque... si causaba una curiosidad y una duda.

En cuanto no aguanté mis ansias por la curiosidad, decidí preguntarle a Matt, si el tenía la respuesta...
Puedo hacerte una pregunta? Es una duda que tengo desde que ando por estas tierras... - dije tímidamente

A pesar del sonido de la lluvia, debía elevar un poco mi tono de voz, por lo que pregunté de forma decidida: En esta ciudad, solo hay gente rara -cuando pronuncié esta palabra, hice un gesto de comillas, con dos dedos de cada mano- o también hay humanos...? - esperé una respuesta pronta, mientras el mozo dejaba nuestros pedidos y se alejaba de la mesa.

Escuché antentamente su respuesta y asentí con la cabeza, mientras tomaba un poco de mi submarino. Tomé una medialuna y di un mordisco. -Asi que tú de que raza eres...? - dije sonriendo mientras observaba como la gente caminaba bajo la lluvia.

Exacto.. un alma angelical -dije riendo entre dientes. Me acomodé el cabello y bebí un poco más de mi rico *-* submarino. -Con que lindo y tierno ee.. -dije bromeando.

Muy gracioso - reí y mordí mi medialuna; exquisita. - Creo que seremos buenos amigos- dije sonriendo cuando terminé de masticar aquella delicia.


OFF: MAX NO ENTRAN A LAS DOCE USTEDES?

Cunado ella mordio su medialuna yo tome mi taza y tome un sorbo de aque exquicito submarino, cuando termine de tragar asenti con la cabeza- Me caes muy bien, realmente- dije y sonreí ampliamente, mientras giraba para ver por la ventana


Off: si pero llegue tarde, jiji

Tú también - dije con una sonrisa grande.
Vives solo o tienes familia por aqui? - pregunté algo curiosa.

Encontré a un primo cuando llegué aquí; pero vivo en la academia, donde estudio - dije sonriendo y bebiendo lo último que me quedaba del submarino.