Una noche con Leo (+18)

¡hay.. que fallo! ¿cómo me iba a ir yo si era mi casa? Le miré haciendome la enfadada pero sin poder evitar sonreirle a los dos segundos y mis defensas volvieron a caer cuando me aparto un mechón de pelo de la cara. Con una simple palabra, gesto o mirada conseguía que mis rodillas temblasen que me sintiese confundida y que sólo le viese a él.

- creo que yo tampoco podría - le dije antes de volver a besarle, esta vez lento, dulce, disfrutando de su sabor, de cada movimiento

Sonreí ante su respuesta, al parecer ninguno queríamos que esa noche terminase y tener que alejarnos. Respondí a su beso con lentitud y dulzura, disfrutando de su sabor.
-Me parece que me va a costar demasiado dejarte ir-susurré acariciando su mentón con suavidad

Le mire dulcemente a los ojos - la noche tiene muy pocas horas - sentencié como si fuese algo real, como quién dice esta lloviendo, con naturalidad y cierta tristeza.

Después me tumbé colocandome como al principio,con la cabeza apoyada en su pecho. Me reí y levanté la cabeza para mirarle a los ojos - ¿y si te ato? - le dije bromeando - asi no te irías tú.

Su comentario era cierto y a la vez lastimoso. Nunca el amanecer me había parecido tan difícil. Estaba reflexionando sobre ello cuando hizo aquella broma que me logró hacer reír.
-Bueno, sería excitante pero es más fácil que me pidas que me quede un poco más y que me des tu número- respondí con una sonrisa mientras acariciaba su espalda distraídamente

Respiré varias veces en su cuello tranquilamente, estaba en mi propio cielo.
Reí con él al escucharle y me abracé a él con cariño, ¿hasta que punto se podía llegar con una persona que prácticamente acabas de conocer?

- Quedate toda la vida si quieres, a mi no me importa - le dije tranquilamente

Su proposición me había sonado a gloria pero debía cumplir con lo que había venido a hacer, tenía que cuidar de Hannah. Pero Mirabella era tan sumamente hecha para mí...
-Me levantaré temprano y traeré el desayuno, después dicutiremos eso, lástima que sea eterno- dije sonriendo y besé su frente con delicadeza

Le miré con ternura.

- Di la verdad, tienes una pata de palo, un ojo de cristal, algún defecto tienes que tener, pero es que no lo encuentro - le dije antes de darle un suave beso en la mejilla.

Reí divertido negando con la cabeza. No tenía ningún defecto físico o al menos eso parecía.
-Bueno, soy sobreprotector- confesé cerrando los ojos cuando posó sus labios sobre mi mejilla

Pues eso, el chico era perfecto, al menos para mí. Recordé a la joven que había dicho que venía buscando. Bueno, él se podía ir en el momento que quisiese con ella así que, si estaba aqui es por que él quería estar aqui, no tenía porque sentirme mal respecto a eso y por eso no lo hacía.

- mmm ¿ah sí, con todo el mundo? - pregunté curiosa mientras hacía formas estúpidas con mis dedos por su cuerpo

Dejé reposar cansadamente mi cabeza sobre la almohada y las caricias de su dedo erizaban mi piel produciéndome una agradable sensación de calidez.
-Hasta ahora solo me siento así contigo y con Hannah, y eso que a ti te acabo de conocer, ¿me has embrujado?-pregunté sonriendo de forma tonta ¿a caso había olvidado que debía ser frío? si mi padre me viera arrodillado frente a una mujer, se revolvería en su tumba pero era mi vida y Bella me empezaba a importar demasiado

Me sorprendió su respuesta - ¿conmigo? - dije dudando por un segundo que no fuese cierto, pero era Leo y yo también le sentía muy cercano a mi aunque no hubiese pasado casi tiempo desde que nos habíamos conocido.

- mm... por supuesto que te he embrujado - contesté riendome - así no te quedará otra alternativa que ser mio.

Asentí ante su duda. Sí, con ella. Era como si cada poro de mi piel la reclamase a cada segundo porque siempre hubiera pertenecido a mi ser.
Su comentario me hizo reír aun que era cierto, su cuerpo y sus ojos me hechizaban de cierta forma.
-Solo tuyo y tú solo mía- respondí con una sonrisa girándonos para terminar sobre ella con mi rostro cercano al suyo

Sus palabras eran caricias que me provocaban ternura, cariño y placer todo al mismo tiempo. Pasé mi mano por su cara acariciandola, memorizando sus facciones, sus gestos..

"Sólo mío y sólo tuya..." repetí en mi mente - ¿quién eres? - susurré - tengo la sensación de que hace mucho tiempo que entraste en mi vida.

Empezamos a girar y reí dulcemente hasta que Leo quedó encima de mi y la risa se me pasó de golpe, tenerle tan cerca me paralizaba. Rocé sus labios con los mios..

Rocé con ternura su nariz contra la mía y sonreí, yo también tenía esa sensación.
-Tal vez nos conocimos en un sueño- susurré sobre sus labios antes de besarla con lentitud pero de forma apasionada.
¿Y si era de otra vida? me pregunté a mí mismo mientras nuestras lenguas jugaban juntas

Con los ojos cerrados apoye mi frente en la suya, los abri despacio viendo los suyos..

- ¿y porqué me desperté? - pregunte risueña casi creyendo que era verdad, podría ser que nos hubiesemos conocido tiempo atrás y ninguno se acordara, dependia de los años que él tuviese y de dónde hubiese estado durante esos años.

Sonreí y volví a ponerme junto a ella, acariciando su rostro con suavidad.
-Porque en los mejores momentos, suena el despertador- respondí en cierta forma triste pero feliz por poder estar junto a ella.
-¿Serás mi amante oficial?- pregunté mitad en broma ya que si iba a estar con ella quería algo más serio pero acababamos de conocernos

Le miré con dulzura.. - ¿me está proponiendo algo signore sync? - le dije utilizando mi idioma natal como hacia casi siempre, por lo menos metía una o dos palabras de él. - antes tendrá usted que seducirme - le dije bromeando, ya que yo sabía que estaba más que seducida

Cuando dijo aquello me reí divertido, tal y como lo dijo, sonó a proposición indecente. Habló de seducción y seducir no se me daba bien pero lo intentaría sacando mi lado más romántico.
-¿Algo así?-pregunté haciendo un "truco de magia" y en mi mano apareció una rosa roja, hermosa, recién cortada. - Es la más bella flor aun que no iguala tu belleza

Le miré asombrada - eres una caja de sorpresas - le dije tocando sus labios con mis dedos - me encantas.

Y era cierto, había tardado demasiado poco en colarse dentro de mi, de llegar a importarme algo, eso me asustaba un poco pero yo no era de las que se acobardaban.

Su comentario me hizo sonreír, sí, lo era pero porque ella sacaba lo mejor de mí.
-Bueno ma chére amie, ¿qué opinas ahora de este chico?-pregunté sonriendo tierno, sintiendo sus dedos suaves sobre mis labios.
No sabía que tenía ella y las demás no

Sonreí picaramente y me senté encima de él.

- pienso - dije para después darle un beso en los labios
- que es - le di un beso en la barbilla
- lo más interesante - baje por su cuello
- dulce - le recorri de arriba a abajo sin dejarme ningun espacio - y placentero que he visto en siglos...

Cuando empezó a recorrer mi piel con dulces besos no pude evitar sonreír. ¿Yo era el dulce? y ella ¿qué?
Deslicé mis manos por su cintura con delicadeza. La verdad es que tenerla así, desnuda, encima de mí y con sus labios sobre mi piel... jamás borraría esa imagen de mi mente.
-Creo que me gusta tu opinión, yo pienso que tu eres la mujer más sensual y tierna a la vez que jamás a existido- susurré incorporándome un poco hasta quedar sentado con ella encima

Le miré con infinito cariño... ¿de verdad sólo habían pasado apenas unas horas desde que nos habíamos conocido? Me parecía totalmente irreal, como si estuviesemos en una habitación en al que no pasase el tiempo.
Le pasé los brazos por detrás del cuello cuando se sentó conmigo todavía encima y le acaricié suavemente la nuca y el cuello.

Le di un suave beso en los labios - ¿Te he dicho ya que me encantas? - le dije divertida mientras bajaba a besar otra vez sus labios - porque así es, eres incréible..

Sus manos en mi nuca me lograban estremecer y erizar cada centímetro de mi piel mientras que sus labios sobre los míos me daban una ternura infinita.
-Tú a mí me tienes loco, eres tan perfecta...-susurré antes de volver a apoderarme de sus labios con lentitud

Seguí sus besos sin dejar de acariciarle.

- ¿sabes? sería capaz de parar el tiempo en este instante para disfrutarlo eternamente - susurré entre sus labios en suspiró mientras estaba entre sus brazos.

- Exageras - dije con tono dulce pero firmemente, totalemente convencida.