En busca de un lugar para vivir (Libre)

Al salir de casa comencé a vagar por las calles bajo la lluvia sin saber dónde ir. ¿a quíen podía pedirle que me acogiera en su casa? sería un favor demasiado grande.
Estaba empapada y ya estaba el cielo oscuro, por suerte sabía defenderme sola.
Me senté en el escalón de un portal, dejando mi bolsa a un lado y escondiendo la cara entre las manos

cuando salió de la casa la seguí gracias ami olfato de loba era facil...
estaba sentada en un portal.. me apoyé en la pared...
-...no imaginé que esta sería la forma de separarnos.... -dije mirando al cielo

La miré con el ceño fruncido aun que luego, tras suspirar, borré esa expresión de mi cara.
-Yo tampoco pero tal vez sea lo mejor... tú no quieres alguien que te proteja y yo no quiero que seamos dos viejitas solteronas que viven juntas-dije dejando asomar una leve sonrisa a mi rostro

-si... supongo... pero la casa es de ambas... así que o nos quedamos las dos... o ninguna...-dije aun mirando al cielo

-Quédatela tú, yo no la necesito-dije revolviendo mi cabello mojado

movi mi cabeza en señal negativa...
-sabes como soy... no haré eso -dije volviendo mi vista hacia ella

-Pues véndela o lo que sea-dije levántandome de allí y cogiendo mi bolsa con enojo

-baah... haz lo que te de la gana!! -dije enfadada por su poco interes mientras volvia a irme por donde había venido

-Eso haré, como haces tú siempre-dije mientras la veía alejarse de nuevo

hice como que no escuché ese comentario... y segui caminando

Miré sorprendida al escuchar la voz que me hablaba y cuando dijo aquello sonreí entristecida.
-No, no tengo-respondí volviéndo a agachar la cabeza, mirándo el agua caer sobre la acera

-Hannah no me quería allí como su hermana y me fui-contesté recordando aquel lugar al que había llamado casa, mi primera casa...

-Es mi hermana...-dije casi sin voz, conteniendo las lágrimas que amenazaban con volver a salir.
-No se que hacer-susurré antes de abrazarme a él y romper a llorar como si fuera una niña pequeña

Su tierno gesto me conmovió demasiado pero no podía ir a su casa, era demasiado.
-Me quedaré en un hotel o algo-dije una vez ya de pié, encogiéndome de hombros con indiferencia fingida

Suspiré resignada pues tenía razón, delante de él no podía fingir.
Respondí a su corto beso y me dejé guiar por su mano en mi cintura, en la que posé una de las mías.
-Gracias...

off: vas a abrir alli?

OFF: Luego lo abro, que ahora me voy!