Un nuevo lugar... (Laura)

Llegué a la iglesia olvidada dando un paseo desde los acantilados...
Necesitaba pensar, reflexionar.. sobre lo que era.. sobre Leo, sobre Luca, sobre Ángel y sobre todo sobre Stephan...

Mientras caminaba, encontré la iglesia abandonada, decidi entrar haber que es lo que me podria encontrar. Vi a una chica, me quede mirandola un rato hasta que pense en saludarla:
- ¡holaaa! ¿que tal?
lo dije en un tono demasiado alto sin tener confianza.

De pronto un gritó me saco de mis pensamientos me giré tranquilamente, hoy era todo un ángelito en el sentido más literal de la palabra.

- Buon giorno - le dije en un perfecto italiano mientras me acercaba a ella con el único acompañamiento del sonido de las olas rompiendose y mis tacones sobre la dura pierdra

Me disculpe por haberla asustado de esa manera. Parecia una chica agradable. Se acerco a mi y yo un poco vergonzosa, me presente:
- Hola, Soy Laura de Noriàd. Encantada de conocerte.
No sabia si podria llegar a tener una amistad con ella. Aunque si me gustaria.

"¿Otra De Noriád?"

-¿ Familia de Luca? - Pregunté muy interesada mientras levantaba mi mirada hacia el cielo, despejado, tranquilo, hacía un buen día, hice una leve reverencia ala antigua, quizás un poco como yo, me incliné como haciamos en los bailes de la corte, - Mirabella Salvatore, un placer..

Al principio me miró un poco extraño. "¿que habra pensado de mi?"
La conteste de la forma mas educada que supe:
-Si, es mi hermano mayor, ¿tu le conoces?
no me lo podia creer, mi hermano conocia a esta chica que parecia muy diferente a el.

La hermana pequeña de Luca... esto se ponía interesante si mis sospechas se confirmaban ella también tendría algo que ver, aunque todavía no era seguro. Me giré haciendo que miraba el mar y dejando ver mi tatuaje para ver su reacción al ver que era el mismo que llevaba su hermano.

- Por supuesto, le conocí en el bosque cerca de aquí.. - le dije con voz dulce

OFF: Aún no le contado la historiaaa! xD

off: pues cuentaleselo por mp porque se supone que es tu hermana y tiene que saber algo

me miro con aires de interes, y se dio la vuelta con la intencion de que yo viera algo, ya que lo hizo de un modo bastante estravagante. Dios mio, no podia ser... era el mismo tatuaje que llevaba mi hermano.
-Que bonito tatuaje, ¿desde cuando lo tienes?
No queria parecer una cotilla, pero la ocasión lo merecia.

"Ella también lo conoce" pensé extrañada, otro dato para mis apuntes mentales. Otra pieza que guardar para mi puzzle de los tatuajes.

- Desde que nací, no recuerdo estar en ningún momento sin él, es el 'emblema de mi familia - le dije tranquilamente - ¿porqué acaso lo conoces?

su cara cambio cuando yo le hice esa pregunta, parecia como si me hubiese leido el pensamiento, una cosa algo extraña.
-Alguien a quien conozco, lo lleva muy parecido, pero no tiene importancia. - Le dije con un tono algo inseguro.
No sabia si debia hablar con ella sobre temas de mi hermano, al fin y al cabo, no teniamos todavia ningun tipo de confianza.

Parecía que no quería hablar del tema y yo tampoco quería presionarla.
La sonreí dulcemente, utilizando un poco mi poder de seducción para que se calmase.

- ¿Y de dónde eres? - dije subiendo de un salto a una de las pocas ventanas que quedaban en la iglesia.

Parecio que las dos nos dimos cuenta de la decision, y dejamos el tema a un lado. Su caracter empezaba a gustarme. Nos llevariamos bien.
-Yo he nacido en el mismo lugar donde mi hermano y ademas me crié con el y con nuestra madre, llevaba mucho tiempo sin verle y decidi el otro dia venir a visitarle y poder quedarme a vivir aqui con el.
Me enrrolle demasiado, nose si a ella la habria aburrido, serian los nervios...
-¿y tu? ¿de donde eres?

Sonreí, buena respuesta, no daba información de más pero lo decía todo.

- ¿yo? soy de Verona Italia, pero no la que conoces tú hoy en día yo nací ellí hace muchisimo tiempo, nada de lo que hay ahora se parece a aquello

Una informacion un tanto extravagante pero graciosa, su apariencia no era de una señora mayor, sino de na chica guapa y joven, ¿hace cuantos años habria nacido?
Con mi mejor cara la mire, y la devolví la sonrisa.
-¿Algún día de estos podrás enseñarme todo esto? Podrías acompañarnos a mi y a mi hermano, ¿no te parece?
Mirabella me habia caído tan bien, que quería que esta "amistad" se hiciera mas grande.

La miré sonriendo dulcemente, casi como si sintiese que tenía que caerme bien aquella dulce niña, con aquel dulce rostro, como si un lazo invisible nos atara.

- Por supuesto - le dije acercandome a ella - Te enseñaré la ciudad encantada, además puedes pasarte cuando quieras por mi casa, esta, como todas las casas importantes, a las afueras

-Muchas gracias - le dije muy agradecida - vale, algún día me pasare por tu casa. Seguro que es muy grande y bonita.
Pensé que ya le preguntaría a Luca como era esta chica y si podía confiar en ella. Él me ayudaría.

Salí despacio de la iglesia acercandome al acantilado..

- Esto es precioso ¿no crees? - dije estirando los brazos y dejando que el viento me diese en la cara haciendo volar mi cabello. Parecía un ángel incluso sin sacar mis alas..

Salimos a los acantilados, yo detrás de ella para saber donde se dirigia. Era un sitio realmente magnifico.
- Es un sitio precioso, me encanta este paisaje- le dije a Mirabella, que parecía estar muy pensativa.- Espero no molestarte - continúe...
No tenía mas que decirlo, no quería incomodarla.

Giré la cabeza hacía Laura que parecía demasiado tímida, no sé a quién habría salido ella, siendo su hermano como era, ella era de lo más dulce.

- Aproximate - le dije dulcemente volviendo a mirar al infinito y cerrando los ojos disfrutando de la sensación.

Me acerque lentamente hacia ella, parecia estar distraida, sintiendo el aire de los acantilados en sus mejillas. En verdad, era una sensacion tranquilizadora. Al acercarme le dije:
-Dime...- le dije con un tono algo leve...

La miré durante una fracción de segundo- sigueme - le dije saltando al vacio con los brazos estirados, sentía como caía, me sentía caer y eso me encantaba, adrenalina, era un gran "invento", me hacía sentir que volvía a estar viva.
Caía sabía que caia pero aguante hasta el último segundo y simplemente desaparecí, para aparecer ante ella en mi forma angelical, mis magnificas alas blancas al igual que mis ojos. La belleza de los angeles, era algo inigualable.

Fue algo alucinante, nose si ella sabia que yo tambien podia hacer eso, pero lo mantuve en silencio. Eramos iguales, eso era encantador. la mire con una sonrisa y la tendi la mano. Queria volar con ella.

Cogi su mano y tiré de ella. Había reconocido su esencia nada más verla, sería la experiencia lo que me permitia descubrirla suponia..

- Abre tus alas - le dije con voz angelical, mística - desatate de ese maldito cuerpo humano que te retiene.

Y era verdad, si no sacaba los colmillos o las alas de vez en cuando es como si me sintiese molesta, como si algo no fuese bien..