Encuentros en el mar... [Fraiah]

Camine hasta la playa.

- Bonito día para hacer surf.. - dije clavando mi tabla en la arena, para después colocar mi toalla extra-larga y tumbarme en ella. "un ratito al sol y después... después a divertirse" pensé sonriendome a mi misma. La tranquilidad de aquella playa, el cielo completamente despejado, todo era relajante. Esta debía ser la mejor ciudad de la zona, nada que ver con Verona, que para mí era insuperable, pero era bonita.

Volví a mirar el cielo.. " y pensar que los humanos piensan que el sol nos hace daño" pensé y volví a sonreir inconscientemente

Tras aquella charla con Luca el otro día, trs aquellos encuentros inesperados y esa tremenda confusión con James.. volvía Fraiah a caminar por esa arena dorada en la que dejaba huellas, y junto con éstas, sus pensamientos y pesares.

Suspiró, mientras iba concentrada en la nada, o quizás en demasiadas cosas, y comenzó a bordear la orilla, recogiendo alguna que otra caracola.

El olor de la sangre humana me aturdió unos segundos, pero me controle en unos instantes. Giré mi cabeza levemente para ver quién se acercaba por la playa y a lo lejos vi la figura de una muchacha, que iba agachandose cada pocos pasos. La miré intrigada. Era demasiado curiosa.

En cosa de pocos segundos estaba a su lado.

- ¿Qué haces? - pregunté inocentemente

Siguió con su 'trabajo' de juntar caracolas mientras en su mente estaba el debate de Luca o James, Luca o James..
Parecía que cada caracola era uno de ellos, un juego parecido al de los pétalos de la flor 'me quiere, no me quiere'.

En su entretenida caminata, se sobresaltó al oír una voz a su lado y la miró sorprendida y perpleja.
- Ee.. junto caracolas..- dijo estupefacta, mirándola.

Mire las caracolas, a la chica, a las caracolas y otra vez a la chica. Vale, no lo entendía recogia caracolas ¿porqué? pudiendo estar con sus amigos, era una humana y no parecía muy especial, olía distinto, a vampiro. Alguien la había tomado pero nada más. ¿No tendría cosas más interesantes que hacer que juntar unas caracolas?

- ¿por qué? - dije con la misma curiosidad mientras en pocos segundos le traía una que estaba a unos 50 metros, y que era preciosa. Se la tendí por si la quería

Al ver como la muchacha la miraba, encarcó una ceja ¿qué tenía de malo juntar caracolas? .___.

En cuestión de segundos, ésta le trajo una que era deslumbrante *.* pero que ciertamente estaba muy lejos, por lo que pudo deducir que esta 'muchacha' no era normal.
- Porque no tengo nada mas interesante que hacer, y probablemente, si no me distraigo un poco, o mato a alguien de la histeria, o me mato yo sí, la explicación había sido, sin duda, estupenda ¿mas detalles?

Sonreí al ver que la gustaba, por un segundo me pregunté a mi misma como podía ser tan bipolar, como podía aguantar que un día una parte de mi alma mandase en mi y otro día fuese totalmente diferente. Era consciente de todo aquello pero no podía hacer nada para remediarlo.

Seguí caminando con ella mientras paseaba por la arena.

- ¿porqué te sientes así? - le pregunté con tono preocupado, si mi parte de vampiro me hubiese visto seguro que habría vomitado.

La miró mientras caminaban al oír su pregunta.
Volvió su vista hacia el camino, mientras jugaba con la caracola entre sus manos.
- Pues.. es que el amor me tiene mal - comentó sonriendo de lado, bajando la mirada hacia la arena.

Ah.. el amor, si me diesen una moneda por cada vez que he escuchado eso..

- Yo juré hace tiempo no volverme a enamorar si te sirve de algo - le dije con cierto aire nostálgico - y lo he cumplido, desde hace mucho - dije bajando la cabeza, mirando la arena - hace mucho.

La miró sorprendida e interrogante ¿hace mucho?
- ¿Qué edad tienes? - preguntó al tiempo que se percató de que ni se había presentado - Lo siento, soy Fraiah - dijo sonriendo, que torpe era u.u

Su pregunta me pilló por sorpresa, quizás me habia pasado, había percibido algo extraño en ella, algo diferente, pero todo parecía apuntar a que era humana


- Yo.. esto.. dieciocho - dije dudando, aunque mis esperanzas estaban puestas en que no viese que estaba mintiendo por si era humana realmente, se había notado bastane que no decía la verdad - Perdona mi torpeza, mi curiosidad se antepuso a mi educación, soy Mirabella Salvatore

La miró extrañada.
- Sólo 18? Pues hablas como si llevaras una eternidad sin enamorarte - dijo mientras continuaba mirando hacia el camino por el cual iban, al borde de aquel mar tan amplio.

Ella se presentó también y sonrió viéndola.
- Lindo nombre, ¿te puedo llamar Bella? - pues para ella llamar por nombre completo era demasiado estructurado e.e

Al escucharla decidi comprobar si ella era algo más que una humana, si sabía al menos de nuestra existencia - ¿acaso alguien puede vivir una eternidad? - dije intentando no reirme "yo misma" me gritaba mi mente, a modo de chiste personal.

- Si puedes llamarme Bella - dije con dulzura - En esta ciudad todos me llaman así.

La miró a los ojos. Sabía perfectamente que esos ojos, esa mirada que ella poseía, no era de un ser completamente normal.
- Al menos yo no..- dijo sonriendo divertida, mientras se encogía ligeramente de hombros.

- Entonces te llamaré Bella Puedes llamarme Fra - comentó sonriendo mientras se frenaba a recoger otra caracola.

La miré sorprendia, por sus palabras pude adivinar que sabía algo de los seres sobrenaturales, podría haberlo comprobado utilizando mi poder, pero no me apetecia usarlo hoy, no me apetecía manipular a nadie.

- ¿asi que... tienes alguna idea de lo que soy? - le pregunte directamente con tono divertido

La miró a los ojos ante aquella pregunta ¿Estaba bien ser tan confiada? Quiera o no, era parte de ella serlo, y no podría evitarlo.
- Pues.. - la miró detenidamente, entrecerrando los ojos -..no - musitó luego, algo confusa.

Quizás ella en realidad no sabía nada de seres sobrenaturales, pero no podía ser humana, había empezado a sentir que había algo extraño en su esencia, algo no encajaba..

- Entonces estamos en igualdad de condiciones - le dije dulcemente con sinceridad - yo tampoco sé qué eres

La miró totalmente extrañada y sorprendida ante aquel comentario.
- Pues.. soy una humana, ¿qué tengo de raro? - dijo realmente confundida. Lo único que faltaba era que hubiese sido convertida en algo mientras dormía e.e

La miré evaluandola, raro, sí algo había extraño en ella, pero no podía saber que era.

- No tengo ni idea- comenté más para mi que para ella, pensando en voz alta - Eres.... no sé... especial.

Dije sin dejar de mirarla y acompañandola en su paseo todavía, después miré el mar, estaba en calma, era relajante..
No sabía que tenía esa humana pero algo me atraía de ella, y me apetecía saber que era.

La miró algo sorprendida ¿Acaso ella se percataría del aura angel-demoníaca que la rodeaba? Era mejor si no lo hacía, pues eso sólo le traía problemas, como pasó con varias personas pero, quizás, podía confiar en Bella.
- ¿Hace mucho que estás por aquí? - preguntó, como para romper con el silencio que se había formado.

Se quedó callada unos instantes, en los que me metí en mi propia memoria, hacía poco y mientras tomaba un café alguien me había hablado de Fraiah, la heredera al trono. Yo había sido una vieja conocida de sus padres, pero no había estado aqui en el nacimiento de la pequeña y ni si quiera sabía su nombre. ¿sería la misma persona que tenía delante?

- He vuelto a Paradise hace relativamente poco - dije sonriendo y pensando la forma de enterarme si ella era la persona que yo pensaba - vine a ver a unos amigos pero ellos... bueno podemos decir que alguien pagara por eso..

Notó como Mirabella se encontraba algo pensativa. A veces desearía poder usmear en las mentes ajenas para salir de aquel momento tan interrogante de saber qué piensan, pero bueno, todo no se puede en la vida

Escucha con atención lo que dice y asiente con la cabeza, a modo de asimilar información.
Lo que dijo de sus amigos la dejó perpleja.
- ¿Amigos? ¿Pagaran por eso? Es decir que ellos..- y señaló con el dedo hacia arriba, como queriendo decir de una manera 'sutil' que habían fallecido. Esperaba no incomodarla con ello.
Se preguntaba, además, si no se trataría de Matt. La culpa le volvía cada vez que pensaba en el joven licántropo.

Asentí por un momento aparentemente débil con la cabeza, si había algo que no podía soportar era que la gente que me importaba sufriese algún daño. Podía parecer fría o distante a veces, pero cuando llegaba a querer a alguien lo daba todo por esa persona.

- Sí, fue un golpe bastante duro de asimilar - dije haciendo círculos en la arena con uno de mis pies - ¿y tú, llevas mucho por aquí?

Se quedó callada por unos momentos.
- Entiendo, lo siento. Debe ser sin duda muy duro, como dices..- comentó algo pensativa, mientras miraba los círculos que ella hacía en la arena.
Al parecer en este sitio se llevaban a cabo mas muertes de las que ella creía ¿quiénes serían los amigos de Bella?

- Yo llevo aquí 10 años - dijo sonriendo. Sí, exactamente 10 años desde que James la encontró.

Dejé de moverme recordando que no era una niña, si no una mujer, fuerte e independiente.

-Las pérdidas siempre son díficiles de superar - le dije con un tono profundo como si realmente no estuviese allí, como si realmente estuviese viendo a los reyes delante de mi, en otro tiempo, otro lugar..
Mi silencio apenas duró unos segundos.

- ¿estás segura? - le dije prosiguiendo como si nada, luego me di cuenta que seguramente no era la misma Fraiah de la que me habían hablado y esa pregunta debía sonarle estúpida - Bueno, es una tonteria..


OFF: ¿Te cuento lo que me ha dicho Hanna o no te digo nada?