Pensando... [Luca]

Sentada en el medio de la nada, en medio de un banco de niebla, calmada, totalmente en silencio, intentaba poner sentido a algo de lo que estaba pasando por mi vida. Había vuelto a alejarme de mi padre, y hoy había vuelto a mi mente Stephan, ese que no debía volver a mi mente, ese por el que había renunciado al amor, mi marido.
Por eso había subido allí, para ponerlo todo en orden, para relajarme..

Seguí la meditación hasta que una voz me interrumpio, abri uno de mis ojos y le mire con él un par de segundos, después lo volví a cerrar y segui meditando haciendo una leve señal con la cabeza a modo de saludo cortés

Cogi mi pelo con la mano y lo eché hacia uno de mis hombros, dejando el otro con mi tatuaje a la vista - Creí que captarías el saludo, De Noriád - le dije dulcemente.

Miré de reojo mi hombro, le mire coquetamente, me encantaba mi tatuaje, me encogi de hombros al escucharle - lo tengo desde que nací, supongo que seria el regalo de nacimiento de mi padre, es el escudo de mi familia, creo..

Paré el tiempo, calamadamente me levante le metí un bofetón para quitarme la mala leche que me había puesto el mediocre de turno y me volvi a sentar con una sonrisa aparentemente sincera delante de él,
era imposible que él supiera lo que había echo.

- Mira que lo dudo, mi padre es el vampiro más conocido del sur de Europa, nada de lo que él tiene o crea es común y menos un emblema de una familia de más de cuatro mil años - le dije tranquilamente con los ojos otra vez cerrados - lo tuyo será una mala imitación

Le miré extrañada unos segundos, sin reirme para no delatarme. Volvía a centrarme en la meditación, hablando con voz profunda y demostrando con ella los años que tenía, el limbo era un lugar curioso se veían cosas que en la tierra no eran perceptibles.

- Mi familia es de Italia, bueno mi padre, mi marido y mi mejor amiga, mi única familia - le dije

Le miré con indiferencia.

- Si puede que sea mejor - dije con los ojos cerrados y sin girarme - he venido aqui para no aguantar molestias. - mi voz aunque sin sentimientos sonaba dulce

No me hacía falta abrir los ojos para saber que Luca se había enfadado - no hace falta que te enfades, lo he dicho sin animo de ofender - dije calmada.

Notaba sus malas vibraciones, algo lo atormentaba.

- ¿y a qué has venido aquí? - le dije suavemente mientras me soltaba el pelo que cayo sobre mis hombros como una cascada, preciosa y suave.

Sonreí - la inmensidad nos llama - dije dulce y trascendental, diciendo quizás cosas que sólo podría entender yo - el destino es absolutamente un niño.

Cerré los ojos como en trance aunque realmente sólo estaba pensando para mi misma - ¿quién sabe que camino nos tiene preparado? Sus caminos son misteriosos..

OFF: Si Dalai Dama!! xD

Sus comentario, más que hacerme pensar, me sacaron de mis cavilaciones; no parecía una veinteañera, profesora de Desarrollo:
- Quizás es una indiscreción pero.. ¿Cuantos años tienes Bella? - pregunté, sin mirarla. Si le molestaba la pregunta, mejor no estar cerca de esos poderosos ojos verdes..

off: que noooo que yo soy el papaaa en chandalll (8)

Abrí los ojos al escuchar su pregunta, mejor dejaba la meditación para otro momento, ahora no estaba sóla y además habia sido descortés por mi parte no prestar atención a Luca.

- Hace mucho que nací - le dije tranquilamente - mi edad no me avergüenza, pero seguramente soy más antigüa que todas las cosas que tú conoces..

Le miré sonriendo tranquilamente - sólo sabes lo que viene en los libros - le dije calmada mirando el vacío - yo lo sé porque he estado ahí, no es lo mismo

Le miré sonriendo sinceramente - te has acercado, más o menos - le dije tranquilamente, esperando su cara de sorpresa - ¿eso es lo que querías saber no?

Su pregunta me dejó un poco pensativa, quién era yo... - he sido muchas cosas - dije finalmente, ya que me habían llamado por mil nombres difrentes.