Fiesta de cumpleaños [TODOS]

Llegan los 16 y reservé la discoteca para realizar una fiesta en mi honor (*-*)

Emily me había avisado de que iba a celebrar una fiesta de cumpleaños por lo que le compré un regalo y tras vestirme me dirigí a la fiesta.
No sabía si lo que había escogido sería de su agrado pero al menos no me había metido en su mente para averiguarlo.
-Feliz cumpleaños viejita-comenté con una sonrisa entregándole el regalo.
Me sentía agusto con ella, era la clase de chica con la que podías hablar abiertamente y esa era su noche, toda ella protagonista

Emie me habia avisado de la fiesta. Estaba emocionada por ello. Emily estaba de cumple y seguro la pasabamos genial.
Me vestí y salí rapidamente hacía la discoteca, la fiesta iba a estar en grande y yo tenía enormes ganas de divertirme, aparte, tal vez conocía personas nuevas, lo que era muy bueno.
-Emily!! AH! Feliz cumpleaños, Amiga!! -exclame emocionada en cuanto la vi, ella me mostró su encantadora sonrisa y yo camine hacia ella para para luego darle un fuerte abrazo.

Entre a la discoteca levantando la atención pertinente. Un chico entró inmediatamente detrás de mi con un traje levantado en sus manos para que no fuese arrastrando por el suelo, dentro del cual llevaba el regalo de Emily.

A lo lejos ví como entraba Mirabella. De alguna forma un otra, ella siempre llamaba la atención. En realidad, tal vez la ayude un poco el chico que le "ayudaba" a llevarle su regalo a Emie. Yo sonreí de medio lado e imagine que sería un traje, de eso no había duda.
Camine hasta donde estaban Luca (que saludaba a Emie) y la Cumpleañera. Toqué su hombro y le susurré en el oído. -Mirabella hizo acto de presencia.

Observé como algunos empezaban a llegar. Luna se acercaba y cuando lo hizo, la abracé y luego exclamé: - Gracias por venir Lunita - sonreí y ví como una joven se acercaba; era Char. Me abrazó bien fuerte e hice lo mismo con ella, pues era una amiga muy especial para mí. -Muchas gracias amiga! - Observé cómo estaba vestida y comenté: te ves muy guapa, esta noche la terminas acompañada - le guiñé un ojo, mientras que sentía a alguien abrazándome por detras y dar un beso en mi mejilla. Me di vuelta y logré ver a Luca, a quien abracé y le dije: Muchas gracias por venir Luc - sonreí en cuanto dejamos de abrazarnos. En eso veo entrar a Bella y ella acudió a un abrazo que duró unos segundos y me entregó su regalo. Lo abrí y luego exclamé: Es muy bonita Bell, muchisimas gracias. - sonreí y me acerqué a la barra para dejar todas las bolsas allí.
Le pedí al mozo un vaso de licor de frutilla y me acerqué nuevamente a Char y Luc. - ¿Que me cuentan amigos?

Llegó a la discoteca por el cumpleaños de Emily, pues le había llegado la invitación.
Sinceramente, no se la esperaba, y mucho menos tras los acontecimientos que habían sucedido.

Entró y observó que ya había bastantes personas, a lo que sonrió y se acercó en primer lugar a la cumpleañera.
- Emily, feliz cumpleaños - musitó dulcemente, sonriendo, mientras le daba un abrazo.

Abracé a Fra y exclamé: Muchas gracias por venir tierna - con una sonrisa grande. - En la barra sirven lo que deses, yo invito.

Abrace a Emily y la di un suave beso en la mejilla - Es Italiano como yo para que me recuerdes y único como tú - le dije sonriendo como si fuese una niña pequeña. Feliz en una fiesta de cumpleaños.

Caminé hacia la barra saludando a la gente que conocía - Fraiah - dije sonriendola dulcemente - Luca, Luna.. - dije saludandoles y dandoles un beso a cada uno

Sonreí cuando Em me preguntó que le contaba... ¿que le contaba? Podría ser cualquier cosa, aunque en realidad, no era mucho de hablar de mis cosas en fiestas. Igual, de algun modo Frah me salvo pues llegó y la saludos. Emily le regreso el saludo y luego pude notar como Luca frente a mí estaba un poco distraído.
-¿Te inquieta algo, Luc? -pregunte alzando un poco la voz, pues la música ya comenzaba a sonar e inundaba el lugar.

Noté como todos se encontraban charlando entre ellos, por lo que le dije al DJ que pasara música bailable, me acerqué a Char y Frah y empezamos a bailar tal como se hacía una noche adolescente *-*

Llegué a la fiesta, algo insegura de que mi lugar fuese verdaderamente allí. No tenía ningún tipo de "relación" -a falta de palabra mejor- con la cumpleañera y nuestras especies comenzaban a alzarse contra sí debido a los preludios de la guerra, me sacudí todo eso de los hobros y me quité el largo abrigo que me habñia librado de caer en el diluvio de afuera del establecimiento. Un vestido informal, blanco y con letras en neón apareció de debajo del vestido, con andar decidido me aproximé a la rubia cumpleañera que recibía a todos con emotiva felicidad. Sonreí, tratando que la sonrisa se hiciese más cálida para cuando estuviese frente a frente.

Mis manos sostenían una pequeña cajita, adentro, sabía que había unos pendientes, dos pequeños diamantes corte baguette con unos hilillos de oro, nada demasiado ostentoso. Cuando estuve frente a la chica, que se encontraba cerca del medio del local, -y por ende, en el medio de todas las personas que bailaban- tenía la certeza de que mi sonrisa era la de una persona verdaderamente animada debido a la fiesta de su mejor amiga. Falso, falso y falsísimo. No estaba animada, no tenía real interés en la fiesta en sí y apenas conocía a aquel ángel.

-Felices dieciséis, Emie -dije con el tono cristalino que tenemos los demonios persuasivos, los neutrales.-

Me acerqué a la entrada, dejando la pista de baile atrás en cuanto vi a Ytrina caminar algo tímida pero con una sonrisa muy cálida en su rostro. Fui a recibirla, ya que quizás se le hacía algo difícil hallarme en la pista, entre los demás invitados.
Lucía un vestido blanco muy bonito, que aún más hacía resaltar sus ojos cristalinos.
Gracias por venir - dije acercándome a ella con una sonrisa y saludándola con un beso en la mejilla.

Contesté a su saludo con otro beso en la mejilla y me alejé levemente, haciendo entrever la pequeña caja entre mis delicados dedos. Sonreí levemente, algo menos llamativo que la que llevaba "puesta" segundos antes.

-Gracias a tí por invitarme, Emie -contesté, con un dejo de amabilidad y simpatía en la forma con la que pronuncié su nombre. Estiré la cajita hacia ella, haciéndole saber que era mi regalo por su cumpleaños -Espero que te guste, les he elegido especialmente para tí-

Otra vez, la inexistencia de aroma cerca de ella me dejó anonadada y bastante frustrada, nosotros los demonios tenemos un sentido del olfato bastante desarrollado, dedicado a rastrear pistas, por así decirlo, que nos llevaran a momentos anteriores de la vida de nuestras víctimas y no poder usarlo era algo irritante. No porque estuviese pensando en Emily como una víctima potencial, sino que la curiosidad que me propinaba esa chica era francamente inaguantable,

La fiesta ya estaba tomando un buen rumbo. Las personas llegaban y felicitaban a Emily y bueno, ella lucia hermosa. No solo por el buen gusto qe tenía para vestirse (y que hoy se encontraba muy linda), si no tambien por esa felicidad que irradíaba. Los ojitos le brillaban y esa sonrisa en cierta forma tranmitía alegría y buenos deseos... como si fuera Navidad o algo parecido.

Camino hacia la entrada para recibir a una chica que acababa de llegar. Se saludaron y la chica le dio su regalo de cumpleaños. Yo no la conocía y la curiosidad, sin avisar, crecío en mí. Caminé casi sin pensarlo hasta donde se encontraban ellas. Cuando estuve cerca, sentí una extraña vibra... Tal vez era la chica o tal vez me estaba comenzando a volver loca. Lo cierto era, que había otro algo que me incitaba a querer saber el nombre de la joven.

Llegué por fin hasta donde estaban y sonreí con amabilidad. -Hola, me llamo Charlotte -extendí mi mano hacía ella- mucho gusto -y esperé a que ella hiciera lo propio y tomara mi mano.

Me encontraba hablando amenamente con Emie cuando una chica de cabello castaño se nos acercó. Llevaba un vestido realmente bonito y sus movimientos constituían una danza. Algo de ángel llevaba aquella chica, una vez estuvo cerca, la ausencia de olor me lo develó, sin embargo, no era totalmente ángel. Híbrida había resultado la criatura.

Hola, me llamo Charlotte, mucho gusto

Se presentó y sentí el lazo de amistad que unía a mis dos interlocutoras, algo parecido a muy buenas amigas. Le sonreí algo más frío que a Emie y extendí la mano en forma cordial, parecía ser una chica agradable

-Ytrina -contesté, con la misma voz cristalina y fluida que siempre- Y el placer es todo mío, Charlotte -agregué como coletilla. Dark Paradise es el único lugar donde puede puede hacerse un blend con razas enfrentadas, opuestas y odiadas entre sí.

Pero, yo no pertenezco a ninguna raza realmente, soy demonio, pero no tengo clan, soy una paria por defender mis ideales. De todas maneras, resulta un blend ¿cierto?

Sonreí en cuanto escuche su voz. Por unos instantes había pensado que no contestaría mi saludos y que solo lo ignoraría, pero al parecer todavía habían bastantes personas amables en este mundo... Sin importar si sean buenas o malas... eran amables.

Asentí con la cabeza en señal de que le prestaba atención. Pero la realidad era, que estaba muy distraída pensando en la sensación que causaba aquella joven en mí. Parecida o familiar a la sensación que me dio Anthony cuando lo conocí... Algo malo pero, atrayente. Así lo definiría.

-Y bien, Ytrina... ¿Conoces desde hace mucho a Emie? -pregunté alejando mi cabeza de los pensamientos, pero aun con una enorme curiosidad en cuanto a Ytrina. Llamaba mucho mi atecnción... ella, su aura, su mirada... muchas cosas. Según mi criterio, me encontraba en frente de un demonio, y al parecer, todos ellos llamaban mi atención.

La chica híbrida, Charlotte según me había dicho se llamaba, parecía mostrar cierta curiosidad por mí, el mismo tipo de curiosidad que yo había manifestado cuando había conocido a Emily. Esa querencia de saber todo de una persona completamente opuesta a lo que eres, tu persona y tu esencia, es bastante fuerte. Le miré, de nuevo llevaba yo esa mueca inexpresiva a la que llamo "sonrisa de atención", esperé que hiciese su próxima pregunta y sonreí, esta vez de forma más amena. Mis manos cayeron a ambos lados del cuerpo y abrí mi boca para responder.

-Le conozco desde hace una semana, exactamente -contesté a su interrogante. Seguramente era la persona que menos tiempo había pasado con la cumpleañera y posiblemente la que menos le conocía, tampoco es que fuese demasiado conocida en Dark Paradise. No había hecho especial barullo al llegar y mi vida ahí durante el último año había sido relativamente tranquila, en comparación con el tiempo que viví en New York con mis poderes a punto de explotar.

-Sé que son amigas ¿desde cuándo lo son? -inquirí, quizás no de la mejor manera-

Llego a la fiesta de la discoteca y echo un vistazo a los invitados. No conozco a nadie, pero me apetece divertirme. Voy a buscar algo de beber quiándome la cazadora de cuero y me apoyo sobre la barra, escuchando la música.