Volviendo de los recreativos (+18)

Volví a acercarme una vez mas a sus labios, pero esta vez mucho mas excitda que hace un rato. Los juegueciyos estaban bien, y podrían haber durado algo mas pero lo dos estábamos sedientos de lo que ahora mismo jugábamos. Podría llamarse así ya que por ahora eran un juego, nada serio, aunque nunca se puede saber a que llegaría esto. Cambié de postura con el, ahora tocaba un rato sentados, vientre con vientre y labios con labios. Cogí su lengua entre mis dientes dándole a entender que no quería que se marchase y que esta noche no acabara nunca. Parecía llegar ya al clímax intenso sin poderío remediar. No podía imaginar como había sucedido esto tan rápido cuando apenas le conocía pero me daba mucha confianza y me sentía muy a gusto sintiendo su cuerpo junto al mío. Mi cuerpo se estremecía entre sus brazos.

Sus manos pasaban por mi espalda dando una sensación de escalofrío sobre mi cuerpo completamente mojado por el placer, el calor de sus ojos. No recordaba un sexo mejor desde hacia ya un tiempo, o mejor dicho, creo que nunca había tenido esta sensación con ninguna otra persona. Apoye u cabeza contra mi hombro mientras mis suspiros retumbaban en su oído. Su masculinidad seguía rozando, bueno, penetrando mi feminidad hasta el punto mas morboso.

Mi naturaleza de Angel me decía que era un chico lo suficienemente agradable como para poder tener algo serio, llamemoslo así, que habíamos conectado muy rápido y eso era buena señal. Por otro lado, mi parte de vampiresa decía prácticamente lo contrario, me tiraba mas un carácter seductor, morboso y placentero en el sexo mas que en em amor. Pero siempre había una cosita aquí que tiraba hacia el lado claro.

Mi ritmo sobre el era demasiado rápido aunque intenso. Me llego un pequeño orgamos que hizo que por un momento dieta un salto algo mas grande a lo que nos habíamos acostumbrado y Adam puso una de sus manos en un lado de mi cadera indicando qe bajara el ritmo tan frenético que llevaba. Lo baje un poco pero no demasiado yo quería que acabara para poder estar con el relajadamente encima de su pecho y para poder repetir cuanto antes sin perder el tiempo.
Yo no quería que el saliera de mi casa y hasta de conocerle de un día ya estaba pensando en dejarle vivir en mi casa como si fuéramos una pareja.

El seguía con las caricias y demás... Yo ya no podía mas, sentía que iba a terminar en cualquier instante.

- Abrazame por favor... - Le dije mientras me agarraba a el con fuerza y haciendo que el ritmo parara.

Ni sabia si el había terminado a la mis ma vez que yo y eso quieras o no da algo de inseguridad. Oh! El preservativo, vaya un poco tarde, esperab que de ese desenfreno no tuviéramos que arrepentirnos jamás ya que había sido algo alucinante. Noté como el ya salía de mi.

- Alicinante. - Dije echando su cuerpo sobre el sillón y el mío encima de su pecho con la respiración acelerada y acaricandole. - Segun estamos no quiero que te marches nunca de aquí. - Segui levantando un poco la cabeza y mirandole a los ojos perdidamente. A todo esto le siguió un beso apasionado y con muchos significados. Me agarre a su mano co. Toda la dulzura del mundo.

Y entonces alcanzo el máximo grado de placer. Y creo que no había llegado tan 'alto' nunca... Y cuando me lo pide, la rodeo con mis brazos, una vez el ambiente se ha quedado mucho más tranquilo. Antes de nada, previniendo de la mejor forma que se puede algún posible 'riesgo' debido a la escena anterior. Que éramos my jóvenes y, me guste o no, ni siquiera teníamos nada serio en realidad . Me recuesto en el sillón y la vuelvo a rodear con mis brazos recuperando la respiración normal. Escucho lo que dice y la miro a los ojos.

-¿Me estás diciendo que... puedo quedarme aqui contigo? -pregunto. Que sí, que yo aún estoy en busca de algún piso que alquilar. SI ella me qería alquilar una habitación en su propia casa sería estupendo, cerca de ella *o*-. Yo quiero estar cerca tuyo... y no alejarme demasiado -susrro diciendo la verdad. Y recibo ese beso que, sin palabras, decía muchas cosas. Y yo no sabía si estaba preparado para todas esas 'cosas' que significaba

FDR: Me voy a la cama, que es tarde >_< Bonne nuit

Me incorpore un poco mas dejando que sus manos cayeran por mis curvas. La respiración ya era normal, bueno, mas o menos. No sabia si era buena idea eso de dejarle vivir en mi casa si apenas nos conocíamos. Aunque sinceramente esta tarde había sido muy importante para mi y había significado mucho. Mi cara tenía una completa serenidad y satisfacción.

- yo tampoco quiero separarme de ti - Le dije devolviendole el susurro. - Esta casa se me hace muy grande para mi sola, y tengo alguna habitación libre... - Deje carlee la frase mientras mis dedos recorrían sus labios despacio y haciéndole cosquillitas tiernas.

Volví a tumbarme en su pecho esta vez con mis dedos por su cuello. Esperando a que dijera algo a lo que yo había dicho. Una indirecta, y se notaba.

Me levanté despacio del sillón. Me puse su camisa un poco por encima, la verdad empezaba a hacer frío despues del sudor. Puse carita de niña buena como si no hubiera roto un plato en mi vida.

- Puedo dejarte alguna a un buen precio y me pagas como quieras... - Dije mientras me agachaba y le daba un beso en la frente. - O si quieres también podríamos compartir habitación, mi cama es muy grande y cómoda.

Dejé esa frase ahí y mientras iba a la cocina a por el zumo por el que él había venido, bueno o era una excusa, me giré mirandole y sacandole la lengua de forma juguetona.

Volvía de la cocina mientras veía como el se ponía sus calzoncillos.
La verdad que era buena idea, dejé el zumo en la mesa enfrente de el y me coloqué mi ropa interior inferio ya que arriba llevaba su camisa. Me sente a su lado dandole un pellizco en la pierna.

- No pienso dejarte que te pongas mas ropa - Dije con una gran sonrisa. - Entonces compartimos habitación ¿no? - Dije echándome encima de su hombro. - Pues acompañame, que te voy a enseñar un poco la habitación que es lo principal . -
Parecia que le gustaba como me quedaba su camisa.
- ¿En serio? - Desabroche poco a poco dos botones de ésta pero sin terminar de quitarmela.

Tiré de el levantandole del sillón, para llevarle hasta el hall donde se encontraban las escaleras para subir hasta el dormitorio donde compartiriamos algo mas que el sueño.

Empujándole llegamos a los pies de las escaleras. Tiré levemente de él hasta llegar a la puerta de mi dormitorio, cerrado. Abrí la puerta y me tiré corriendo encima de mi cama extendiendo los brazos con mi cuerpo ladeado.

- ¿Quieres probarla?. - Dije levantando mi cabeza y mirandole con un gesto de felicidad rebosante.

Con su camisa medio desabrochada, me recogí el pelo con una pinza de forma que no molestara en mi cuello. Él, en calzoncillos, mirándome apoyado en el marco de la puerta.

Se acercó poco a poco a la cama, tumbandose a mi lado. Sus besos por mi cuello hacían que mi piel se erizara. Mis manos fueron a su pelo y mis labios a sus labios. Era una situación excitante al máximo. Le tumbé encima de mi, teníamos que estrenar la cama como Dios manda, sin tonterías. Mis manos fueron bajando por su cuerpo hasta llegar a su trasero donde las apoyé sin ningún reparo.

- Pues si quieres la estrenamos ahora - Dijé en su oído como el había echo conmigo. La verdad nose para que le decía eso ya que el ya había empezado a provocarme desabrochando la camisa, su camisa que yo llevaba.
Le ayudé a terminar con los botones, quitandome a toda prisa ese trapo que me molestaba en ese instante.
Mi movimiento fue rapido y le tumbé en medio de la cama con sus brazos atrapados por mis manos en el cabecero mientras el beso era intenso, y al aprecer, su erección también...

Ya no aguantaba más, el me estaba sacando de mis casillas con su jugueteo y su masculinidad estaba demasiado ajetreada como para dejarla en ese estado. Bajé por segunda vez mi ropa interior esperando que el hiciera lo mismo cuanto antes con la suya. Llevé sus manos a la zona de mis pechos para pudiera sentirse mas agusto.

- Hazme tuya de nuevo... - Hablé en su oído con algún suspiro placentero.

Después nuestros labios se acercan a una distancia peligrosa pero sin llegar a tocarnos. Pasé mi lengua por su labio inferior haciendo que el tuviera una excitación mayor.

Pude notar como su parte más íntima invadía la mía con humedad y algo más fuerte y placentero que la primera vez. Mi cuerpo ya se había acostumbrado al suyo asi que el movimiento o saltos, ya estaban bastante compenetrados y nos movíamos a un solo compás... Eché mi cuerpo hacia atrás y sin yo darme cuenta salió de mi un orgasmo realmente verdadero y de ahí mis manos cogieron las suyas apretando por el placer.

No solté sus manos en nigún momento. Eso de tenerle agarrado me daba mas seguridad y me sentía cerca de el, mas de lo que ya estabamos. El parecía no cansarse ni un momento, se le veía con ganas y la verdad, a mi no me faltaban. Pensaba que ya iba a terminar, pero no, mi cuerpo estaba aguantando bastante bien. Esperé a que el tuviera un orgasmo en el que se mostrára su placer, morbo y demás. Estiré su labio con mis dientes dándole un beso impetuoso y lleno de ganas.