Volviendo de los recreativos (+18)

Noté como él me apretó la mano con suavidad al tener uno de sus orgasmos y a continuación soltó un gemido. Se tumbó a mi lado y yo solté sus manos quedando los dos mirando al techo y con las respiración bastante acelerada y orgásmica. Un silencio para nada incómodo inundó la habitación en ese momento tan sensual y excitante que acababamos de vivir por segunda vez. No entiendo como este chico podía hacer que yo sintiera estas cosas en tan poco tiempo que nos conocíamos. No sabía si esto llegaría a algo más que estos momentos de lujuría.

Él fue quien rompió el silencio que había, la verdad que se lo agradecía ya que después de esto, yo me había quedado sin palabras. Su mano pasó por mi vientre haciendome cosquillas y haciendo que mi vello se pusiera de punta. Y sus labios por mi cuello.

- Sabía que te iba a gustar, la cama digo. - Bromeé acariciando su cara y a continuación su espalda. - Tú también me gustas... - Dije sonrojandome y dandole un beso en la frente que me pillaba justo a la altura de mis labios.

Su sonrisa era preciosa, bien hecha. Me quedé mirandole a los ojos embobada y ahí me dí cuenta que no es que me gustara, es que me encataba. Y decidí decirselo, si, creía que eso le gustaría oírlo de mi boca.

- Sabes... Tú ya no es que me gustes, esque me encantas, necesitaba decirtelo. - Me dí media vuelta, colocándome de costado, dándole la espalda pero sin ánimo de que le sentara mal. Era un acto que me salía solo ya que hacía tiempo qe no compartía cama con alguien. Y tan especial como lo estaba siendo él.

- Estas empezando a ser especial para mi. - Dije todavía dada la vuelta. Me estaba poniendo demasiado ñoña pero me salió solo, no lo pude remediar y yo creo que el sabría como me sentía o al menos eso creo.

Me retiré el pelo de la espalda pasándolo por encima de de mi hombro.

"¿Tiempo? claro que hay tiempo" pensé yo en unos de estos instantes en los que me evadía de la realidad.
Me dí la vuelta para contestar a lo que el me dijo..

- Por supuesto que hay que tiempo para pensar. - Al fin y al cabo solo habíamos echado dos polvos, hablando a lo bruto. - Tranquilo, no quiero que esto vaya rápido, aunque no lleguemos a nada. - Su cara si había transformado cuando le dije que el estaba empezando a ser alguien muy especial.

- No te agobies. - Le dije sonriéndole y pasando mi mano por su cara con cariño y afecto. - Todo a su tiempo ¿no crees?.

La observo darse la vuelta de nuevo y la miro a los ojos, escuchando atentamente todo lo que dice y sonrío, asintiendo después de lo que ha dicho.

-Claro, hay tiempo. Al fin y al cabo, vamos a vivir juntos... eso si aún quieres vivir conmigo, claro e_é -murmuro. Y sonrío de nuevo por su caricia-. Pero sólo quiero decir que sí que eres alguien especial para mí -le digo después. En realidad, todo era un miedo irracional que tenía yo desde vete tú a saber cuándo e_é [/color]

Observe sus ojos al mismo tiempo que el lo hacía conmigo.

- Claro que quiero que te quedes a vivir, me hará bien tener alguien en casa, si no seria esto muy aburrido. - Dije mientras me levantaba un poco para solo recoger mis braguitas, era un poco incomodo eso de estar hablando así, ponermelas y volver a tumbarme a su lado. - Además, tu y yo no creo que nos aburramos. - Continué diciendo una vez tirada en la cama.

A continuación hubo un momento de miradas intensas, que a decir verdad, era una cosa que me agradaba y me sentía cómoda con el.

- Por supuesto que no nos vamos a aburrir - Dije mientras me daba cuenta de que sus ojos no se apartaban de los míos. Su comentario me ruborizó de forma positiva y baje la mirada soltando una pequeña risilla pícara.

- Gracias... - comente con un tono bajito mientras mis manos agarraban su cuerpo para acercarle mas a mi, sentirle mas cerca. - Los tuyos son mas bonitos. - Le dije guiñandole un ojo y apartando mi mirada hacia sus labios.