Te quiero, no te quiero, te quiero, no te quiero.. [FRAIAH]

- No me harás lo que quieras. No tienes derecho a decidir sobre mi. Suéltame - dijo forcejeando, al sentirlo detrás, aprisionando sus brazos.
- ¡Suéltame, sueltame, suéltame! - gritaba intentando zafarse, de la manera mas eficaz, pero él era mucho mas fuerte.
Déjame salir y le daré su merecido le dictaba su demonio interior, pero ella se negaba totalmente. Eso sólo traeríapeores consecuencias.

Tras seguir forcejando un rato, logra darle un codazo justo en su estómago, algo que sin duda, lo obligaría a soltarla.

Al lograr liberarse y escucharlo, comenzó a correr por la arena, lo mas rápido que pudo, pues el temor también ayudaba a tensar sus músculos y sacar lo mejor de ella para poder escapar.

Se volteaba a mirarlo de vez en cuando, mientras tragaba saliva. Era un chico peligroso, sin duda, quizás nunca debió de confiar en él.

En un abrir y cerrar de ojos, estaba él justo delante de ella.
Se frenó en seco, a punto de correr hacia otro lado, pero élla tomó fuerte por los brazos, quizás demasiado, a lo que cerró un ojo, a modo del dolor que le daban sus manos apretando sus brazos.

Escuchó sus palabras, y al ver sus colmillos, se paralizó por algo que surcó su mente..
'Los vampiros me comerán, ellos son monstruos'.

Sacudió la cabeza, tras reaccionar, y lo miró, forcejando como loca, para poder escapar. El miedo la podía, pero no dejaría que él la mate.

¿Este era el precio que debía pagar por no amarlo?
Sus brazos eran cada vez mas comprimidos, y sin poder evitarlo, emitió un quejido.

Sus piernas temblaban, tenía miedo, mucho, pero no iba a decírcelo.
Al saber quesus piernas no fueron amarradas, le pegó una patada en su parte masculina, a lo bruto, con la esperanza de poder salir corriendo nuevamente, pedir ayuda al menos.

Sin escucharlo, siguió corriendo. Estaba fijo que no volvería a querer cruzarlo.
Corrió lo mas fuerte que pudo, lejos de él, tratando de encontrar a alguien.

Para su desgracia, sus pierna no eran tan ágiles como las de él, y en una cuestión de segundos, ya la había alcanzado.
Lo miró a los ojos, temerosa.
- ¿Qué pasa? - musito levemente. Quería salir corriendo otra vez, pero no le serviría de nada contra él.

- Quieres matarme y luego me pides que no me va..- se quedó callada. Sinceramente, porque aquella explicación no era necesaria, y probablemente si seguía peleando con él, llevaría las de perder.
- Dios..- dijo molesta con ella misma, ya que las ganas de darle su merecido le sobraban, pero..

Se lo quedó mirando para que termine su frase, pero instantáneamente la cambió por otra.
- ¿A ti qué te parece? - dijo exaltada, mirándolo fijamente.

Él se acercó y ella retrocedió unos pasos, mirándolo con suma desconfianza.
- Pues para tu suerte, pude tener al menos algo de cabeza como para saber que tu parte masculina es igual de sencible aunque seas un vampiro - dijo y sonrió fríamente. Sí, que suerte, Fraiah, ganaste la lotería

Iba a seguir con esa pocisión inamovible de ella, pero lo vio caer, y no pudo mas que al instante arrodillarse a su lado.
- Lu.. Luca - dijo samarreándolo un poco ¿Que si estaba preocupada? Sí, lo estaba.
- Luca, responde - decía mientras tocaba su frente y hervía ¿qué le pasaba?

- ¡LUCA! - gritó ya mas histérica y desesperada que antes.
- ¿Qué es lo que tienes? - dijo aún samarreándolo un poco, pero con cuidado, y lo tomó por la espalda y lo apoyó en su regazo, mientras miraba hacia todos lados, en busca de algo o alguien que pudiera ayudar, pero esta vez no a ella, sino que a él.

Al ver que comenzaba a reaccionar sonrió levemente, un poco mas tranquila, pero escuchó lo que dijo y enarcó una ceja ¿Luna? Pues no la veía por aquí e.e
- No Luca, soy Fraiah - dijo mirándolo mientras posaba una mano en su mejilla. Estaba hirviendo de fiebre.

Enrcó una ceja. Lo único que faltaba, que haya perdido la memoria y sea un desmemoriado como ella.
- Ee.. ¿no me recuerdas? -