Ya somos dos viviendo (Luna) +18

Al escuchar sus palabras sonreí y cerré mis ojos al contacto de sus labios contra mi piel.
-O una clase-susurré con mi respiración acelerada por el deseo que me causaba estar con él y sentir sus caricias

-¿Quieres que te torture yo a ti?-pregunté entrecortadamente. Tenía demasiado control sobre mí.
Mis manos se deslizaron por su espalda para descender por ella y jugar con el filo de su boxer

-¿Por qué no dejas de retarme?-dije riendo por sus comentarios que de verdad me habían picado. Nos hice girar quedando yo sobre él y descendí con besos por su cuello hasta su pecho para bajar por su vientre hasta su miembro.
-Sé, tal vez, demasiado-susurré con una sonrisa ladeada mientras liberaba su masculinidad y comenzaba a pasar mi lengua por ella

-¿Te parece aún poca provocación? Porque puedo hacerte sentir más-susurré antes de introducir su miembro en mi boca con maestría.
Sabía que yo era la primera chica que le hacía algo así por la expresión de sorpresa y placer que había puesto al sentir mi boca en esa parte tan delicada

Comencé a introducir y sacar su masculinidad de mi boca, lamiendo su punta. Quería hacerlo terminar pero si él terminaba se acababa todo para mí. Empecé a mover también mi mano acompañando a mis labios sobre su miembro

OFF: Pobreee, le quieres hacer termianr ya?

Sus boca subñia y bajaba, cada vez más rápido, y cuando no lo hacía, ya se encargaba su mano, hacinedo que todo mi ser se estremeciese:
- Tranquila pelirroja.. queacabamos de emepezar - dije, incorporabdome un poco. Me coloqué encima de ella, haicnedo quesu espalda tocase elsuelo, y entonces llego mi turno, llego la hora de 'bajar'..

Suspiré resignada ya que me dejó atrapada entre su cuerpo y el suelo.
-Me estaba divirtiendo-me quejé infantilmente y acaricié con mis manos su espalda y sus brazos

Al sentir sus labios descender por mi cuerpo no pude evitar suspirar por las sensaciones que me provocaba pero cuando atacó a mi feminidad gemí debido al placer que me producía su lengua.

Mordí mi labio intentando contener todos los sonidos de placer que quería salir de mi boca y deslicé mis manos a su cabello, despeinándolo.

Cuando ese sonido se escapó de mis labios me sonrojé demasiado. Seguro que hasta los vecinos se habían enterado.
-Para...-le pedí con la respiración agitada entre pequeños gemidos. Quería que me hiciera el amor, no terminar así

Volvió a subir hasta quedar frente a frente con nuestros rostros muy cerca.
Su pregunté me hizo sonreir y antes de contestar capturé su labio inferior entre los míos.
-Para ti siempre-susurré deslizando mis manos por su espalda

Sentí como entraba en mí a lo que solo pude gemir en respuesta arqueando mi cuerpo hacia él. Mordí mi labio con deseo mientras mi vista estaba fija en sus ojos en ese momento tan íntimo.

Sus manos por mi piel, su miembro dentro de mí, sus besos dulces pero exigentes por mi cuello, conseguían hacerme estremecer de placer entre sus brazos. Una de mis manos estaba en su nuca, revolviendo su suave cabello mientras la otra estaba en su cadera. Cerré mis ojos dejándome llevar por todo aquello sin importarme que los gemidos salieran de mis labios. Nuestros cuerpos se movían acompasadamente, al mismo ritmo, como si fueramos uno solo