Un paseo bajo las nubes (Erik)

Estaba muy aburrida ese día por lo que decidí salir a algún lugar tranquilo y terminé en el parque bajo un día nublado.
Tenía frio por lo que rodeé mis brazos con ellos mismos frotándolos mientras miraba como los árboles se agitaban formando un dulce susurro que me producía añoranza.

Había decidido empezar mi búsqueda en la ciudad. Sabía que ella estaría allí , pero no conocía su paradero exacto.
Mientras caminaba por las oscuras callejuelas, en una noche de luna llena, vislumbré las estrellas. Muy lejanas a mí. ¿Donde estaría mi hermana? mi pequeña.
Las esperanzas existían, pero no sabía por donde empezar a buscar. Me apresuré. Seguí caminando por un sendero que me llevo a un parque. Lo atravezé. Divisé a una extraña figura a lo lejos. Parecía una muchacha. Me acerqué con esperanzas de que sea ELLA. Pero por su estatura, sus ojos y su cabello... No-
No se fijó en mí hasta que susurré unas palabras a su espalda.
- ¿Qué hace una hermosa chica como tú a estas altas horas de la noche?
Me miró asustada y me sonrojé. Que estúpido. Ahora seguro saldría huyendo.

Escuché a una voz masculina susurrar tras de mi por lo que me asuste y lo miré pero al verlo sonrojarse me transmitió tanta ternura que no pude más que reír con coquetería.
- Me gusta la noche ¿y tú, qué hace un angelito solo por aquí?-pregunté mirando sus ojos.
Se llamaba Erik y buscaba a su hermana pequeña pero ni él recordaba como era, así no podría ayudarlo.

Estaba equivocado. Le caí bien, por lo que decidí establecer una conversación.
- Paso el tiempo.. ¿No tiénes miedo de estar sola? , veo que me descubriste.
Al ver que estaba temblando de frío alzé la mano. De ella broto una chispa color rojo. Segundo a segundo, la llama iba aumentando, iluminando nuestros rostros.
- Esto nos calentara. ¿Vas a responder a mis preguntas? - Reí mientras me acercaba más y más. Me senté a su lado.

Reí al ver lo que hacía y negué con la cabeza divertida, aún ni me había dado tiempo a contestar.
-No, no tengo miedo,deberías ser tú el asustado-susurré en su oído y mordí su lóbulo con suavidad

- No tengo miedo a nada.. ¿A sí? no me digas. ¿Así que quieres jugar vampirita? - Sonreí. Esta chica me agradaba.
Tal vez no había averiguado nada sobre mi hermana, pero estaba pasando el rato. Tenía una nueva amiga con quien charlar.

Sonreí ladeadamente y lo atraje hacia mí de su camiseta haciendo que nuestros labios se rozaran y su respiración chocara contra mi piel
-¿Qué se te ocurre?-susurré sobre sus labios sin despegar mi mirada de la suya

Sus labios eran fuego, al igual que los mios. Eso si que era divertido. La tomé de la cintura y me la acerqué aún más-.
- Mi debilidad son las vampiras - Susurré en su oido esperando ver su reacción.

Al sentir sus manos en mi cintura y cuando dijo aquello me estremecí, si que era travieso el angelito.
-Entonces creo que podríamos pasarlo muy bien-dije dando suaves mordiscos por su cuello

- Demasiado bien - Apreté mis cálidos labios contra los suyos mientras ella se entregaba completamente a mí.
Empezó a llover. De a poco las gotas empaparon nuestros rostros.

Al sentir sus labios sobre los míos rodee su cuello moviendo mis labios al compás y me atreví a jugar con mi lengua en su boca

Su lengua hervía de pasión, al igual que mi pecho. Se abalanzó sobre mí y caimos al suelo, sobre el pasto húmedo, mientras la lluvia seguía cayenndo. De un momento a otro, Me desprendió la camisa mientras me besaba intensamente y jugaba con mi cuello.

Seguíamos besandonos sin importad que la lluvia callera sobre nuestros cuerpos. Mis manos recorrían su pecho desnudo acariciándolo con lentitud.

Sus manos era muy suaves. Acaricié su cuellos y despegué mis labios de los de ella. Me miró.
- Eres tremenda. Y me gusta.

Reí coqueta al oírlo y acerqué mis labios a su oído
-Puedo ser peor- susurré y deslice mis uñas por su torso arañándolo

Escuchamos un trueno y vimos los refusilos en el cielo. Era hora de irnos. Teníamos que encontrar un techo para refugiarnos.
- Lamento desilucionarte pero tengo que encontrar un lugar para dormir. Quieres que te lleve a algún lado?

-No, está todo bien, luego me iré a casa-dije sonriendo y levantandome del suelo
-A sido un gusto conocerte-contesté guiñándole un ojo antes de desaparecer a velocidad vampírica

- Vaya, esta chica si que es Traviesa.
Me levanté del suelo y con la camisa desprendida caminé cruzando el parque. Adentrandome a las calles de la ciudad en busca de un refugio donde pasar la noche.